Hay postres que nunca fallan. La chocotorta es uno de ellos. Con una combinación irresistible de dulce de leche, galletitas de chocolate y crema, esta preparación nació en los años 80 y rápidamente se convirtió en un clásico en cumpleaños, reuniones familiares y mesas de domingo.
Su encanto está en su simpleza: no necesita cocción, se arma en capas y puede prepararse con anticipación. Ideal para quienes quieren lucirse sin complicarse demasiado en la cocina.
Ingredientes (para una fuente mediana)
2 paquetes de galletitas de chocolate tipo Chocolinas
400 g de dulce de leche
400 g de queso crema
Café fuerte o leche con cacao (para remojar las galletitas)
Cacao amargo o chocolate rallado para decorar (opcional)
Paso a paso
Preparar la crema: en un bol, mezclar el dulce de leche con el queso crema hasta obtener una mezcla homogénea. Algunos prefieren usar batidora para lograr más aire y una textura suave, pero también puede hacerse a mano.
Mojar las galletitas: sumergir las Chocolinas una por una en el café frío (o leche chocolatada) por unos segundos. No hay que dejarlas demasiado tiempo para evitar que se desarmen.
Armar las capas: en una fuente rectangular, colocar una base de galletitas mojadas, cubrir con una capa de la mezcla de dulce de leche y queso, y repetir el proceso hasta completar la altura deseada. La última capa debe ser de crema.
Llevar a la heladera: refrigerar por al menos 4 horas, aunque lo ideal es dejarla de un día para el otro. Esto permite que las galletitas se humedezcan bien y que el postre tome cuerpo.
Decorar: antes de servir, espolvorear con cacao, virutas de chocolate o incluso trozos de galletita. También se puede sumar una capa de ganache o frutas si se quiere innovar.
Una receta con historia
Creada por Marité Mabragaña, una publicista que ideó el postre como parte de una campaña para promocionar el queso crema Mendicrim, la chocotorta rápidamente pasó de las publicidades a los hogares. Hoy, más de 40 años después, sigue siendo sinónimo de festejo.
Además, la receta se presta a múltiples versiones: hay quienes le agregan licor, usan dulce de leche repostero o la transforman en postre helado. Lo cierto es que su fórmula base se mantiene firme como uno de los grandes favoritos de la repostería nacional.